Siempre me dijeron que había que añadir el aceite poco a poco, vertiendo un hilito fino para que no se cortase. Pues chica, no había manera. La mitad de las veces se me cortaba. Ahora sí, yo he cogido mi método, y desde entonces, me sale siempre bien a la primera.
Si vas hacer mucha cantidad, basta con añadir algo más de ajo y más aceite. La cantidad la marca principalmente la cantidad de aceite que eches.
La suelo utilizar para acompañar al asado, a la fideuá, patatas asadas o cocidas. o simplemente para untar una rebanada de pan. Si la guardas en el frigo en un taper, puede aguantarte varios días.
Ingredientes
- dos dientes de ajo- un huevo
- media cucharadita de sal
- un chorrito de jugo de medio limón
- aceite de girasol. Aproximadamente un vaso.
Preparación
1. Pela los ajos y pártelos a la mitad. Échalos al vaso de la batidora junto con la sal, el huevo entero y el chorrito de limón y el aceite.2. Batir. Procura que queden los trozos de ajo dentro de la cabeza de la batidora. Sin levantar, y a velocidad fuerte durante aproximadamente medio minuto, verás que empieza a formarse una crema blanca, quedando el aceite en la parte de arriba. Poco a poco vas levantando la batidora hasta que haya absorbido todo el aceite. Verás que esa crema blanca va ganando consistencia. Entonces ya podrás subir y bajar la cabeza de la batidora rápido para que se integre bien todo el aceite.
Si notas que ha quedado poco espesa o que te ha salido poca cantidad, puedes añadir un poco mas de aceite y batir. Pruébala, estarás a tiempo de rectificar de sal.
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