Asado de pollo y cordero

 Actualmente se puede hacer en el horno eléctrico o de gas de nuestras casas, pero donde mejor queda por supuesto es en el horno de leña, hecho a fuego lento. Antiguamente, como no en todas las casas se disponía de horno, pues se preparaba la bandeja (llanda) y se llevaba al horno de la panadería para que se lo cocinaran.

 En mi familia se suele hacer asado de cordero y pollo. Se entremezclan los sabores y queda riquísimo, además de que cada uno tiene preferencia del tipo de carne. Unos prefieren cabeza de cordero (con sesos incluidos), otros prefieren pata de cordero, otros prefieren el muslo del pollo... por eso echamos un poco de todo. Lo que nunca debe faltar, es la patata en abundancia y una salsa de ajo para acompañar. Asimismo, puedes usar solo un tipo de carne. A tu gusto.

Ingredientes

- 1 cabeza de cordero limpia y partida (opcional)
- 1 pata de cordero troceada o falda
- 2 o 3 cuartos traseros de pollo partidos a la mitad
- patatas
- 1 tomate grande
- laurel
- 1 cebolla grande
- 1 puñado de piñones
- 6 ajos
- pimienta y sal al gusto
- perejil picado
- aceite de oliva
- 1 vaso grande vino blanco (o cerveza)
- 1 vaso de agua

Preparación

1. Preparar la carne. Si en tu carnicería no te la dan ya lista, tendrás que limpiar la cabeza y partirla al menos a la mitad. Lo mismo la pierna de cordero. El pollo también dejarlo en trozos grandes, para que se pueda hacer al mismo tiempo que el cordero.

2. Untar la base de la llanda con aceite, salpimentar la carne y colocarla uniformemente por la llanda. Mientras, pre-calentamos el horno.

4. Preparar las verduras. Partimos el tomate y la cebolla en cuatro trozos, lavamos los ajos, los piñones y el laurel y lo repartimos uniformemente por la llanda. Pelamos las patatas y las cortamos gajos grandes. Las colocamos entre la carne cubriendo de forma uniforme todo el asado.

5. Aliñar. Espolvoreamos la llanda con sal, pimienta y perejil. Regamos generosamente aceite de oliva, vino blanco o cerveza y agua.

6. Hornear. Tardará alrededor de dos horas como poco. Es cuestión de lo fuerte que esté el horno y lo jugoso o tostado que lo quiera la gente. Habrá que vigilarlo por si se seca demasiado. En ese caso se puede añadir un poco más de agua. Lo ideal es que quede un poco tostadito por encima.